En la pampa húmeda, las pasturas mixtas de alfalfa y gramíneas componen una parte importante de la alimentación para la producción de leche y carne. Por esta razón, cuanto mayor énfasis pongan los productores, en la implantación y el manejo de la pastura, mayor rentabilidad van a lograr.
En los sistemas ganaderos, las tecnologías que tienen más alto impacto son: la producción de pasto y el manejo del pastoreo o corte para cosechar eficientemente ese forraje.
Los sistemas ganaderos que perdurarán serán los basados en los procesos y no en los insumos. En nuestro país tenemos la ventaja comparativa de poder producir carne o leche, basados en los forrajes, a muy bajos costos. Esto hace que esa ventaja comparativa, sea una ventaja competitiva y puede posicionar al país como leader en producción de alimentos de alta calidad y a bajo costo.
En general, se planifica o presupuesta para lograr la mayor producción por hectárea. Sin embargo, es más importante lograr el mayor ingreso por hectárea. De nada sirve tener vacas lecheras que produzcan 50 litros, si para lograrlo cuesta 40 litros. Es mejor tener una vaca que produzca 25 litros y que el costo sean 5 litros. La gran diferencia en el ingreso permite subsistir al sistema aún cuando las condiciones de precios son desventajosas.
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